sábado, 31 de mayo de 2008

LA FLOR DEL TRABAJO MARIA CANO

MARIA CANO


Conocida como la Flor del Trabajo, ésta mujer nacida en Medellín fue la primera en Suramérica que usó la palabra ante las multitudes.
Proveniente de una familia de humanistas, educadores, periodistas y artistas, se vinculó al movimiento literario a principios de los años 20.
En 1925 inició su activismo político en las minas de Segovia y Remedios y a partir de ahí recorrió prácticamente todo el país defendiendo los derechos de la clase trabajadora y las mujeres.
Con su oratoria María Cano atrajo multitudes, y conmovió a las masas como nunca antes una mujer lo hizo en Colombia. Murió en Medellín sin dinero, soltera y sin hijos a la edad de 80 años.
Porque Antioquia la seguimos construyendo entre todos y todas.


LAS LUCHAS SINDICALES EN COLOMBIA
Las primeras expresiones de organizaciones de trabajadores surgieron a mediados del siglo XIX con las Sociedades Democráticas, luego siguieron los obreros de las minas de oro, de sal y de carbón, los trabajadores portuarios y de la navegación fluvial, los jornaleros agrícolas del tabaco, del banano y del café.

Los trabajadores de los ferrocarriles, de las obras públicas, del tranvía en Bogotá y también del canal de panamá arrebatado por la podredumbre de la política y del gobierno de turno a favor del doloso imperio de los sajones del norte de América.

Bogotá, Cartagena, Barranquilla, Girardot, Segovia, Sinú, Melgar, Icononzo, Carmen de Apicalá, Cunday, Bello, Bucaramanga entre otros, fueron localidades huéspedes de las protestas.

Y merece resaltarse la huelga de un año de los trabajadores del río Magdalena.

Y están allí en la memoria y en la transmisión oral de las generaciones obreras como símbolos de compromiso irrenunciable por la justicia, la libertad y el bienestar, los mártires de las masacres de las bananeras, de cementos El Cairo y los muertos del paro cívico nacional de 1977.

Son también muchos los mártires aborígenes, campesinos, obreros, empleados, intelectuales, estudiantes, jóvenes, mujeres e incluso jubilados que han sido víctimas de las balas asesinas de quienes actuaron agazapados en las sombras de la noche y con la complicidad en algunos casos de miembros del establecimiento oficial; se ha querido silenciar selectivamente a los líderes de organizaciones sociales, a voces indomables que claman por las mayorías desposeídas.

Ahí también están las tumbas, los recuerdos y las enseñanzas de muchos cegetedistas a quienes más adelante rendiremos, un homenaje póstumo.

Surge promediando los años cincuenta el Proyecto Histórico de Nueva Sociedad, que sigue latente en la dimensión Social, Económica, Política, Cultural y Ecológica del Movimiento de los Trabajadores, representado en la Confederación Mundial del Trabajo, CMT, en la Central Latinoamericana de Trabajadores, CLAT, y en la Confederación General del Trabajo, CGT y sus organizaciones afiliadas.

Personajes destacados por sus acciones libertarias

El Movimiento Obrero Colombiano recibió una herencia de valentía, fuerza y lealtad en la lucha por la justicia que llevó incluso hasta la entrega de la vida misma.

Después de los Españoles, la patria boba que no termina y que ha ahogado las voces de movimientos y líderes que siguen clamando justicia social, equidad económica y participación política. La aparición de los partidos y sus guerras intestinas comprometieron durante este periodo la dirección de las luchas.

Con la aparición del primer sindicato en Sonsón, se abre paso en Colombia la organización de los artesanos como embrión de Movimiento Obrero; pero es la influencia de la Revolución Bolchevique, la masificación del trabajo en las haciendas y la aparición de las industrias, lo que genera las dimensiones de clase entre explotadores y explotados y la extensión del Sindicalismo como forma de expresión de los Obreros agrícolas y fabriles.

Allí entonces emerge una mujer valiente, intelectual, militante, con visión política. Su cuna culta y no confesional, la llevaron por el camino de la literatura libertaria, la acercó a los obreros y sus luchas, quienes la proclamaron La Flor del Trabajo. María de los Ángeles Cano dejó entre otras la siguiente proclama: "!Compañeros en pie, listos a defendernos. Un momento de vacilación, de indolencia, dará cabida a una opresión más, a nuevos yugos. Valientes soldados de la revolución social, en marcha!".

Después, la multiplicación de las luchas y con ellas muchos liderazgos obreros locales, no perfiló durante largo lapso figuras nacionales.

A pesar de que en 1936 y en 1945 surgieron la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC y la Unión de Trabajadores de Colombia, UTC, respectivamente, comprometidas en su accionar con la orientación y dirección de caudillos de los partidos, que provocaron su intermitencia en su movilidad confederal. A partir del Frente Nacional las centrales obreras hicieron su reaparición. Antes, Rojas Pinilla impulsó pero fracasó en su intento de tener un organismo nacional, el cual fue de corta vida.

En los años 60, producto de la influencia de la revolución cubana, se multiplicó la lucha por la tierra, las huelgas fabriles y de paso también el surgimiento de la guerrilla, que de alguna manera influyó en el fervor social de la época.

Aunque no hubo líderes sindicales destacados, la presencia beligerante de algunos sectores y organizaciones sí fue contundente, consecuente con el crecimiento del número de trabajadores sindicalizados y el surgimiento de un gran número de sindicatos.

Las organizaciones del estado, los trabajadores de los ingenios azucareros, los trabajadores de la industria manufacturera, fueron motor de muchas acciones. Es de destacar el auge de las huelgas en la década –más de 600- tanto como parálisis de la producción en la agudización de conflictos laborales de negociación de petitorios de los trabajadores, como las huelgas de solidaridad de profundo sentido de clase trabajadora.

El deterioro interno de la UTC y la CTC, ligado al desarrollo de las ideas de izquierda y a la aparición de múltiples expresiones políticas, incidió en la acción de los sindicatos y precipitó el nacimiento de nuevas vertientes como la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, CSTC, y Acción Sindical Colombiana, ASICOL ( que posteriormente daría vida a la Confederación General del Trabajo, CGT) y el llamado "sindicalismo independiente" que no lo era tanto, como sí marginado de la articulación confederal.

Merece destacarse en esta época por su cercanía con los sindicatos, por su mensaje, su presencia y su liderazgo en la movilidad de las organizaciones sociales y sus dirigentes, a sectores progresistas de la Iglesia. Entre los líderes más destacados se encuentra el sacerdote Camilo Torres, fundador del Frente Unido del Pueblo, signo determinante del compromiso cristiano con los pobres y por la justicia social...

En los años 70, por las circunstancias que rodearon la actividad sindical y con diferente justificación, tuvieron su aureola muchos dirigentes sociales. José Raquel Mercado por su ajusticiamiento por la guerrilla, Tulio Cuevas por su dualidad como sindicalista y político, Víctor Baena López por su beligerancia y su sello indeleble en el nacimiento y consolidación de la CGT, Pastor Pérez en su presidencia de la CSTC, Carlos Ancízar Rico Álvarez, caracterizado e incansable líder de las luchas campesinas.

Los años 80, pese al reflujo interno ( particularmente en el primer quinquenio) fueron de una renovada movilidad sindical contra la intromisión de las políticas flexibilizadoras neoliberales, pero de nuevo decayeron los liderazgos personalizados, no así, de las organizaciones en todos los niveles.

En los años 90, la lucha frontal contra el neoliberalismo continuó y se vio enriquecida por la permanente Unidad de Acción del Movimiento Sindical y la participación consecuente de líderes como Luis Eduardo Garzón en la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Apécides Alvis, presidente de la CTC, Hernando Hernández, en la Unión Sindical Obrera, USO, en el sector petrolero, Rafael Baldovino y Eberto López, en Sittelecom y la prominente figura de Julio Roberto Gómez Esguerra, desde la Confederación General del Trabajo, CGT.


Forjadores del Movimiento
La memoria nos engaña muchas veces y dejamos en el olvido a personas que tuvieron una vida intensa en el movimiento, que aportaron de diferentes formas al accionar y al crecimiento institucional.

Hoy, queremos rendir un sentido homenaje a los hombres y mujeres que en diferentes estadios y momentos hicieron sentir su voz, su presencia, sus ideas; que padecieron rabias, tristezas y alegrías; que perdieron la preocupación por el tiempo cuando a cumplir misiones fueron convocados; que fueron implacables cerrando filas ante los contradictores o divisionistas; que sacrificaron la tranquilidad de sus hogares por estar cumpliendo tareas del movimiento. Por todos ellos, los ausentes y también por los presentes que continúan el legado histórico, rendimos nuestro tributo de admiración, de respeto, de inspiración y de reconocimiento.

A. Los Ausentes de este mundo.

Rendimos homenaje primero, a todos los compañeros – hombres y mujeres - que desde la base, acompañando militantemente las acciones, realizaron y realizan tareas de apoyo sin las cuales no se podrían concretar los grandes propósitos. Infortunadamente por el complejo de figuración de los dirigentes, nos olvidamos de destacar la labor de quienes no buscan darse pantalla.

Estos compañeros que llegan cumplen y se van; que llegan cumplen y ven que otros se van; que cumplen hasta que los jubilamos o el Creado los jubila para ésta vida.

Aquí surgen campesinos y obreros de muchas veredas y municipios de Colombia, de muchas fábricas y ciudades, fieles a las organizaciones, pregoneros incansables de nuestras políticas y estrategias, actores disciplinados a la hora de la reclamación.

Y con ellos, los de responsabilidades de Dirección, Administración y Logística que supieron irrigar ideas, asesorar conflictos, multiplicar la militancia y extender la organización.

Miguel Molano, Antonio Arias, Ernesto Molano, Jesús Galindo, Isidoro Leyton, Oscar Marino López, Ananías Hernández, Joaquín Pinzón, Efraín Martínez, Arcadio Sosa, ...QUE EN PAZ DESCANSAN!!!.

B. Los que se fueron del Movimiento pero no de este mundo.

Lastimosamente muchos se van por diferentes motivos: porque quieren construir ó reconstruir su mundo familiar, porque se fueron en busca de proyectos de vida, porque se quedaron sin empleo y migraron a otras latitudes, porque se cansaron de estar en permanente zozobra o porque también "se Pensionaron" de la lucha. Aún habiendo partido dejaron una huella que hace que no se les olvide tan fácilmente. Heliodoro Agudelo, Víctor Baena, Alfonso Sanabria, Miguel Thomas, Arturo Fúquene, Alfonso Calderón, Guillermo Durán, Oscar Martínez, Hernán Longas, Roger Rivera... Pedimos disculpas por los que no alcanzamos a transcribir.

C. Los que vienen y se mantienen

A pesar de las vicisitudes del camino.- Resaltamos aquí a quienes como se dice popularmente "los años y la edad les pasan por encima" sin que se afecten en su estabilidad emocional, su mística, su constancia en las tareas, en su permanente lucha por un mundo mejor.

Miguel Carrillo, Alejandro Bernal, Carlos Ancízar Rico, Francisco Verano, Jorge Vásquez, Efrén Delgado, Armando de Oro, Hernando Ruiz, Julio Roberto Gómez, como parte del equipo de Antecesores y que vinculó en las dos últimas décadas a la nueva generación de dirigentes Cgtistas donde sobresalen Cérvulo Bautista, Jorge Espinosa, Miryam Luz Triana, Alberto Guzmán, Rafael Baldovino, Percy Oyola, Carlos Bedoya, Nelson Caballero...

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